Entrevista a : Hiba Abouk

 ENTREVISTA 

Cuando se quita el abrigo negro queda al descubierto su antebrazo, en el que lleva grabadas una luna y una estrella. Ese pequeño símbolo da una primera pista sobre la entrevistada: es el mismo tatuaje que marcaba la piel de Camarón de la Isla. Podría decirse que en Hiba Abouk confluye una mezcla de culturas y también de talentos. Nació en Madrid en 1986, de padre libio y madre tunecina; el abuelo era gitano. En casa le hablaban en árabe y en el colegio en francés.

Cuenta con dos licenciaturas (Filología Árabe y Arte Dramático) y se defiende en cinco idiomas. Para aderezar un poco más el currículo, en su perfil de Twitter se autodefine como flamencófila. Porque no solo actúa, también baila. "El mejor cantaor de la Historia ha sido Camarón. Y el más transgresor, Enrique Morente. Era muy fan suya y ahora lo soy de su hija Estrella", confiesa. En el momento en el que se produce esta charla apenas han pasado 24 horas desde el fallecimiento de Paco de Lucía, así que el maestro de Algeciras también sale en la conversación. "Su muerte me ha tocado muchísimo. Era el mejor guitarrista que hemos tenido". Para quienes todavía no la hayan ubicado, falta explicar que Hiba es el rostro de moda de la televisión, el gran descubrimiento de El Príncipe, la serie que siguen más de cinco millones de espectadores. Su piel morena y sus ojos verdes nos sirven de lienzo para mostrar las nuevas tendencias de maquillaje. Aunque esta chica es más que una cara bonita...

YO DONA. Tu biografía no tiene nada que ver con la de otras actrices españolas de tu generación. ¿Cómo te ha marcado el hecho de crecer rodeada de tantas culturas?

HIBA ABOUK La casa de mis padres en Madrid es como la de Túnez; ahí encontraba una serie de costumbres, comidas, olores... y en la calle todo era diferente. Lo bueno es que eso enriquece mucho, pero también resulta difícil, especialmente para una mujer. La mitad de los planes que hacían mis amigas yo los tenía prohibidos. Por eso a los 18 años tomé la decisión de hacerme flamencófila (sonríe), irme de casa y ser libre.

¿Eso te generó mucho conflicto?

Sí, muchísimo.

¿Ya han vuelto las aguas a su cauce? ¿Qué opinan tus progenitores de tu carrera como actriz?

Están muy contentos, se sienten orgullosos, pero en el fondo siempre queda algo de desconfianza. Creo que a ellos les habría gustado que hubiese estudiado medicina o algo así. Soy la pequeña de cuatro hermanos, y encima la única rebelde. Pero es que he luchado con mucha firmeza por lo que realmente quería. Hay que vivir para cumplir los sueños.

Parece que tienes bastantes puntos en común con Fátima, el personaje que interpretas en 'El Príncipe'.

Las dos nos hemos visto en el epicentro de un choque cultural, lo cual forja personalidades muy particulares. Ella es una chica de origen árabe musulmán que vive en un país occidental. Sus amigas son cristianas, tienen otras costumbres... Me parece fundamental hablar de todo esto sabiendo de qué va. Es la primera vez que una ficción española está protagonizada por una familia musulmana. Creo que se ha reflejado con mucho respeto.

Fátima lleva velo. ¿Estás a favor de que las mujeres usen el 'hiyab'?

No veo ningún conflicto en ello. Como si se ponen una zapatilla en la cabeza... Estoy a favor de respetar todas las opiniones.

El problema es cuando se trata de una imposición...

Depende del país al que te refieras. En Túnez tienes la libertad de ser sumisa o no. Nadie te obliga. Estoy un poco cansada de eso de pobrecitas las mujeres árabes, mira cómo las tratan... Yo decidí no ser una mujer sumisa. Es muy duro, porque te tiras años sin que tu familia te hable, pero al menos haces algo por ti.

¿Has sufrido discriminación por tu origen?

Sí, claro. Pero de adolescente desarrollé una inteligencia para dar respuestas fulminantes. Es que a veces el pico se me dispara (ríe). Y luego no me resultó fácil encontrar curro. Mandaba el curriculum y, al ver mi nombre, me decían: "Queremos a una actriz española". Cuando les respondía que yo lo era, me salían con que querían a alguien sin acento. ¡Y no lo tengo!

¿Alguna vez has vivido un amor imposible como el de Fátima y Morey (el policía que interpreta Álex González en 'El Príncipe')?

Afortunadamente, no. ¡Ningún amor se me ha resistido! (Ríe).

Hasta hace poco eras una desconocida. ¿Cómo llevas esta nueva faceta de tu vida que es la fama?

Es rarísimo salir a la calle y que la gente te reconozca. Lo de que se te acerquen y te pidan un autógrafo o una foto lo llevo con muchísima alegría, considero que forma parte de mi trabajo. Pero sí me genera conflicto el tema de los paparazzi, que se metan en mi vida privada. El otro día me fui de paseo con una amiga y su hija, y tuvimos toda la santa tarde a un señor siguiéndonos. Y ahora les ha dado por ponerme novios sin sentido, hacen guardia en la puerta de mi casa...

También tienen los ojos puestos en ti muchas adolescentes para las que eres un referente desde un punto de vista estético. ¿Eres consciente de ello?

Sí, sé que muchísimas jóvenes se van a fijar en mi cuerpo para imitarme. Eso me hace tener un compromiso ético: no quiero ser la típica superdelgada. Al contrario, intento mostrarme muy natural. Me cuido pero no me obsesiono. Me gustan las protas que hay ahora, como Inma Cuesta o Blanca Suárez, mujeres que llevan sus curvas por bandera. O, en el plano internacional, Jennifer Lawrence. A las niñas hay que decirles que se sientan bien consigo mismas. A mí, personalmente, las curvas me encantan. Mi prototipo de mujer es Sofia Loren, o Monica Bellucci, alguien sexy.

¿Y cómo son esos cuidados que te dedicas para verte bien?

Cuando me maquillo, siempre intento destacar los ojos. Y me cuido bastante la piel -sobre todo por la noche-, porque si la materia prima no está potente, por mucho que te pintes no vas a verte guapa. Además, uso muchos aceites, tanto en el pelo como en el cuerpo, procuro llevar una alimentación lo más sana posible y voy a entrenar un par de veces por semana. Eso es todo.

¿Sigue existiendo más presión por la belleza hacia las actrices que con sus compañeros masculinos?

Creo que eso pasaba hace unos años, cuando los galanes eran del tipo de Willy Toledo o Alberto San Juan. Ahora exigen más a los tíos.

¿A quién te gustaría parecerte, profesionalmente hablando?

Me encanta Meryl Streep. Pero mi actriz favorita de todos los tiempos es Gena Rowlands. Ella y su marido, John Cassavetes, formaron una de las mejores parejas del cine.

De momento solo te hemos visto en series de televisión ( 'Con el culo al aire', 'El corazón del océano', 'El Príncipe'...) ¿Para cuándo el salto al cine?

Ojalá que pronto. Aunque mi reto más inmediato es hacer teatro, me apetece mucho subirme al escenario.

No están las cosas fáciles para tu sector...

La subida del IVA me parece un sinsentido. La cultura es fundamental para cualquier ser humano. Están forjando una sociedad sin valores ni capacidad de decisión.

¿Qué soluciones se te ocurren?

Que España aprenda de Francia. Que se den más ayudas a los jóvenes. Yo es que soy muy pro educación.

Recomienda una lectura.

El pan desnudo, del escritor marroquí Mohammed Chukri.

FUENTE: aqui