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miércoles, 7 de mayo de 2014

Final 'bomba' de 'El Príncipe': ¿qué cosas deberían cambiar en la segunda temporada?

Casi 6,3 millones de espectadores vieron el último capítulo de la primera temporada de la serie de T5.


Un atentado terrorista, una boda y un amor roto para siempre

El martes 6 de mayo de 2014 finalizó la primera temporada de la 'serie-fenómeno' del año, 'El Príncipe'. Un terrorista suicida, un amor frustrado y una boda en el aire compusieron un capítulo que arrasó en Telecinco gracias a sus más de seis millones de espectadores y un impresionante 33,3% de share. Las tramas están en lo más alto y los creadores de la acción tienen la ardua tarea de continuar con el éxito o incluso de superarlo.
 ¿Deberían cambiar cosas de cara a la segunda temporada?
Gracias a 'El Príncipe' los espectadores se han dado cuenta de que España existe. No sólo Ceuta y sus barrios marginales. Hasta la fecha, en las series de este país (las dramáticas sobre todo) la acción se desarrollaba en lugares indeterminados y mágicos, donde Madrid, por ejemplo, era 'la gran ciudad' y donde el sueldo de 'un médico de familia' permitía vivir en un chalet de lujo, dar de comer a cuatro niños, a un abuelo, a una chacha, al novio de la chacha, al perro y a Lydia Bosch.
El hecho de que en 'El Príncipe' se pronuncien las palabras Ceuta, CNI, Gobierno central o Ley del Menor, nos llena de gozo. Vale que todo es muy falso y muy de mentira, que esa acción ocurre en EE.UU, no aquí; que los policías de la serie son un quiero y no puedo ser Vic Mackey ('The Shield'); que la casa de los protagonistas musulmanes (tan lujosa y tan limpia en un barrio tan pobre), no se la cree nadie y que a los jefes del CNI les hacen menos caso que a Natalia Millán en 'Hable con ellas'. Sí, estamos de acuerdo, pero la serie funciona.
Lo milagroso de 'El Príncipe' es que, en la mayoría de los capítulos, ha conseguido superar el handicap de los 70 minutos de duración. ¿Cómo? Creando tramas intensas y realizando escenas muy bien escritas (aunque peor dirigidas) en las que predomina la tensión. Los personajes, en contra, son de cartón piedra, puros clichés que bailan al son de los acontecimientos.
¿Qué hacer para que la segunda temporada no se de un batacazo? Lo primero, no estrenarla dos años después. Lo segundo, continuar con la misma fórmula de giros semi-inesperados. Tercero, recuperar a Elia Galera como la mujer de Coronado (su personaje era pequeño pero de los mejores de la serie). Por último, dar clases de interpretación a Hiba Abouk. Por favor. Mientras el resto del reparto está en un sitio (más o menos), la nueva actriz de moda no aprende. Ella, con sus pañuelos arcoiris, su pelo pantojil, su cara de haber visto a la Virgen y sus mohines, es el punto débil de la serie.
ASÍ FUE EL IMPACTANTE FINAL DE 'EL PRÍNCIPE' (ATENCIÓN: SPOILERS)
Aunque el giro final del capítulo anterior fue uno de los mejores de la serie (que Khaled, el prometido de Fátima, es en realidad el terrorista el malo malísimo de la historia), la trama de despedida no estuvo mal.
En un primer momento, Monery se presentó en casa de su amadísima Fátima el día que ésta se iba a casar con Kahled por imposición familiar. El infiltrado del CNI le pide a la musulmana que huya con él, pero ella, muy obediente y abnegada, rechaza la oferta.
Pero del culebrón se pasó pronto a la acción. Recordemos que tras terminar con la misión que les llevó hasta la comisaría de 'El Príncipe', el operativo del CNI se retiró de Ceuta después de haber desmantelado la red terrorista de Fouad y Omar. Ya sin la ayuda de los agentes especiales, Fran y sus hombres se vieron en la obligación de hacerse cargo en solitario de una nueva e inesperada amenaza de Akrab (el malo malísimo): un atentado inminente se está preparando en Ceuta y va ser perpetrado por el mismísimo Abdu, el hermano de Fátima.
Así se pasaron más de una hora, con Abdu encerrado en el autocar y amenazando con volar por los aires y con su hermana llorando por las esquinas. Todo tenía un aire muy de serie B rancia, pero era imposible cambiar de canal.
Al final, Fátima intentó calmar a Abdu, pero justo en el último segundo, cómo no, a él le da un ataque y Monrey termina por matarle. Es decir, que Fátima va a odiar a su amante por los siglos de los siglos. Qué ganas de que empiece ya la segunda temporada.

FUENTE: aqui

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